Eucaristía con Mons. Aoun, obispo eparquial maronita de Jbeil-Byblos

El pasado 24 de marzo de 2022, en la Vigilia de la fiesta de la Anunciación, el Obispo ordinario SER Monseñor Michel Aoun, obispo eparquial maronita de Jbeil-Byblos presidió una Eucaristía solemne donde se llevó a cabo el rito al subdiaconado de Bienvenu, un seminarista de Costa de Marfil en el Seminario inte-rritual Redemptoris Mater del Líbano.

En esta ocasión fue en la capilla provisional del Seminario, que está en proceso de nueva construcción, donde tuvo lugar la Eucaristía, que se llenó de hermanos de la comunidad neocatecumenal de Bienvenu, la segunda comunidad de la parroquia de San Jorge de Dekwaneh, quienes rezaron y celebraron con él. 

Mons. Aoun celebró con entusiasmo el subdiaconado y la Eucaristía, indicando que el Seminario, gracias a sus formadores, es una esperanza para la Iglesia diocesana, en clara dificultad. Recientemente el Rector había sido nombrado Corepíscopo en reconocimiento por su trabajo en favor de la nueva evangelización.

Bienvenu es uno de los seminaristas más antiguos: llegó a Beirut en 2011, después de haber pasado 4 años en el Seminario Redemptoris Mater de Abidjan en Costa de Marfil, su país de origen. En Líbano, está a punto de terminar sus estudios en la Universidad del Espíritu Santo en Kaslik y es conocido entre los seminaristas por su pasión por la especulación filosófica. Una pasión que viene de lejos: basta pensar que su nombre completo es Bienvenu Kpebemanin Somé, donde Kpebemanin, el nombre tradicional de Costa de Marfil, puede traducirse como la expresión “el dolor es un misterio inefable”. Como dice Bienvenu con un toque de ironía: “¡Es la sabiduría del pueblo, ya chabab!" 

El subdiaconado que recibió Bienvenu es, junto con el “acolitado” y el “lectorado”, una de las tres órdenes menores que la Iglesia maronita todavía confiere hoy. El que es ordenado subdiácono recibe el cargo oficial de cuidar la iglesia: abrir las puertas para que entren los fieles; tocar la campana para llamarlos a la celebración; poner el altar en orden; cuidar las velas y las luces. Durante la ceremonia, dichos letreros indicaron claramente los deberes del nuevo subdiácono. En efecto en un cierto punto, Bienvenu tocó con fuerza la campana llamando a la oración. En segundo lugar, sosteniendo una vela y una rama de olivo en su mano derecha, proclamó en voz alta a la asamblea: "Soy como un olivo plantado en la casa del Señor, Tras la celebración, una gran cena permitió a los participantes celebrar la Bienvenida a este nuevo paso en el camino de su vocación. Próxima cita, la ordenación diaconal que tendrá lugar en el pueblo, en Costa de Marfil.

Fuente: https://redmatlib.com/en/news/201