La forma de celebrar la Eucaristía, a lo largo de los siglos, ha experimentado multitud de formas, costumbres y tradiciones que se han ido propagando, manteniendo y evolucionando en los actualmente numerosos y diversos ritos que hoy la Iglesia universal permite y mediante los que celebra el misterio de la salvación de Dios a los hombres. La liturgia en la Iglesia es una fuente inagotable de sabiduría y de acción vivificante de Dios, y está siempre en constante movimiento. Tal como recoge el Catecismo de la Iglesia (nº 1329) a la Eucaristía primitivamente se le denominaba 'Fracción del pan' porque este rito, propio del banquete judío, fue utilizado por Jesús cuando bendecía y distribuía el pan como cabeza de familia (cf Mt 14,19; 15,36; Mc 8,6.19), sobre todo en la última Cena (cf Mt 26,26; 1 Co 11,24). En este gesto los discípulos lo reconocerán después de su resurrección (Lc 24,13-35), y con esta expresión los primeros cristianos designaron sus asambleas eucarísticas (cf Hch 2,42.46; 20,7.11).
Vamos a intentar desgranar en este artículo la historia y el significado de un signo como es la postura de permanecer de pie en la Liturgia Eucarística, ampliamente integrado en la tradición de la Iglesia primitiva y todavía presente en la totalidad de los Ritos de las Iglesias Orientales.